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La oración por los difuntos y la comunión de los santos

La oración por los difuntos y la comunión de los santos
Índice
  1. ¿Por qué es importante orar por los difuntos?
  2. ¿Cómo es que esta práctica puede beneficiar a los que ya fallecieron?
  3. ¿Cómo podemos orar por los difuntos?
  4. ¿Por qué es importante orar por los difuntos?
  5. ¿Cómo es que esta práctica puede beneficiar a los que ya fallecieron?
  6. ¿Cómo podemos orar por los difuntos?
  7. Introducción
  8. ¿Quiénes son los santos intercesores en la Iglesia Católica?
  9. La Comunión de los Santos: Unión de los fieles en la Iglesia

¿Por qué es importante orar por los difuntos?

La práctica de orar por los difuntos es una tradición muy arraigada en muchas culturas y religiones. En la religión cristiana, por ejemplo, se cree que las almas de los fallecidos necesitan ser purificadas antes de llegar al cielo, y que nuestras oraciones pueden ayudar a acelerar ese proceso y a mitigar su sufrimiento.

Pero la importancia de orar por los difuntos va más allá de la creencia religiosa. Orar por ellos es una forma de recordar su vida y su legado, de honrar su memoria y de reconocer su importancia en nuestra vida. También es una manera de conectarnos con nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, y de mantener viva su presencia en nuestro corazón.

Además, el acto de orar por los difuntos puede tener un efecto positivo en nosotros mismos. Nos permite reflexionar sobre nuestra propia mortalidad, y nos ayuda a encontrar consuelo y paz en el hecho de que nuestros seres queridos están en un lugar mejor, libres de dolor y sufrimiento.

¿Cómo es que esta práctica puede beneficiar a los que ya fallecieron?

La idea de que nuestras oraciones pueden ayudar a los difuntos a encontrar la paz y la felicidad en la otra vida es un concepto que se encuentra presente en muchas religiones, no sólo en la cristiana. Por ejemplo, en la religión budista se cree que las oraciones y los actos de bondad pueden influir en el destino de los fallecidos en la siguiente vida, y que pueden ayudarles a encontrar el camino hacia el renacimiento en un estado superior.

Pero, independientemente de nuestras creencias religiosas, orar por los difuntos puede ayudar a que su memoria y su legado sigan vivos en nuestra mente y en nuestro corazón. Al recordarlos con cariño y aprecio, estamos manteniendo viva su presencia y honrando su vida.

Además, nuestras oraciones pueden tener un efecto positivo en el proceso de duelo y de sanación por el que están pasando nuestros seres queridos que aún están aquí. Al orar juntos por los difuntos, estamos fortaleciendo nuestros lazos y encontrando consuelo y apoyo en la comunidad.

¿Cómo podemos orar por los difuntos?

La forma en que oramos por los difuntos dependerá de nuestras creencias y tradiciones religiosas. En la religión católica, por ejemplo, existen ciertas oraciones especiales para los difuntos, como el rosario de difuntos o los rezos por el eterno descanso. En otras religiones se pueden realizar ritos y ofrendas para honrar la memoria de los fallecidos.

Pero, más allá de las creencias religiosas, orar por los difuntos puede ser una actividad personal y sencilla. Podemos tomarnos un momento de nuestro día para recordar a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, y expresarles nuestro cariño y agradecimiento por lo que nos dejaron.

También podemos hacer una ofrenda o un altar en su honor, colocando sus fotografías, objetos queridos y velas. Podemos dedicarles una canción o una poesía, o simplemente hacer silencio y meditar en su memoria.

En todo caso, lo importante es que nuestra intención sea de amor y de reconocimiento hacia la vida de nuestros seres queridos. Orar por los difuntos es una forma de mantener viva su memoria y de encontrar consuelo en su partida.

La oración por los difuntos y la comunión de los santos

¿Por qué es importante orar por los difuntos?

La práctica de orar por los difuntos es una tradición muy arraigada en muchas culturas y religiones. En la religión cristiana, por ejemplo, se cree que las almas de los fallecidos necesitan ser purificadas antes de llegar al cielo, y que nuestras oraciones pueden ayudar a acelerar ese proceso y a mitigar su sufrimiento.

Pero la importancia de orar por los difuntos va más allá de la creencia religiosa. Orar por ellos es una forma de recordar su vida y su legado, de honrar su memoria y de reconocer su importancia en nuestra vida. También es una manera de conectarnos con nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, y de mantener viva su presencia en nuestro corazón.

Además, el acto de orar por los difuntos puede tener un efecto positivo en nosotros mismos. Nos permite reflexionar sobre nuestra propia mortalidad, y nos ayuda a encontrar consuelo y paz en el hecho de que nuestros seres queridos están en un lugar mejor, libres de dolor y sufrimiento.

¿Cómo es que esta práctica puede beneficiar a los que ya fallecieron?

La idea de que nuestras oraciones pueden ayudar a los difuntos a encontrar la paz y la felicidad en la otra vida es un concepto que se encuentra presente en muchas religiones, no sólo en la cristiana. Por ejemplo, en la religión budista se cree que las oraciones y los actos de bondad pueden influir en el destino de los fallecidos en la siguiente vida, y que pueden ayudarles a encontrar el camino hacia el renacimiento en un estado superior.

Pero, independientemente de nuestras creencias religiosas, orar por los difuntos puede ayudar a que su memoria y su legado sigan vivos en nuestra mente y en nuestro corazón. Al recordarlos con cariño y aprecio, estamos manteniendo viva su presencia y honrando su vida.

Además, nuestras oraciones pueden tener un efecto positivo en el proceso de duelo y de sanación por el que están pasando nuestros seres queridos que aún están aquí. Al orar juntos por los difuntos, estamos fortaleciendo nuestros lazos y encontrando consuelo y apoyo en la comunidad.

¿Cómo podemos orar por los difuntos?

La forma en que oramos por los difuntos dependerá de nuestras creencias y tradiciones religiosas. En la religión católica, por ejemplo, existen ciertas oraciones especiales para los difuntos, como el rosario de difuntos o los rezos por el eterno descanso. En otras religiones se pueden realizar ritos y ofrendas para honrar la memoria de los fallecidos.

Pero, más allá de las creencias religiosas, orar por los difuntos puede ser una actividad personal y sencilla. Podemos tomarnos un momento de nuestro día para recordar a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, y expresarles nuestro cariño y agradecimiento por lo que nos dejaron.

También podemos hacer una ofrenda o un altar en su honor, colocando sus fotografías, objetos queridos y velas. Podemos dedicarles una canción o una poesía, o simplemente hacer silencio y meditar en su memoria.

En todo caso, lo importante es que nuestra intención sea de amor y de reconocimiento hacia la vida de nuestros seres queridos. Orar por los difuntos es una forma de mantener viva su memoria y de encontrar consuelo en su partida.

La oración por los difuntos es una tradición muy importante dentro de la Iglesia Católica, y se realiza en varios momentos a lo largo del año litúrgico. En este artículo, vamos a explorar los principales momentos en los que se realiza la oración por los difuntos, así como el rito que se sigue en cada uno de ellos.

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Día de Todos los Santos

El primero de noviembre es el Día de Todos los Santos, que se celebra en honor a todos aquellos cristianos que han conseguido la gracia divina y la salvación eterna. Durante esta jornada, se recuerda a todas las personas que han fallecido y que ahora están en presencia de Dios. En la mayoría de las parroquias, se celebra una misa especial por los difuntos de la comunidad, y se reza por sus almas para que encuentren la paz en la eternidad.

Día de los Fieles Difuntos

El 2 de noviembre es el Día de los Fieles Difuntos, en el que se celebra una misa en memoria de todos aquellos que han fallecido y que todavía no han alcanzado la salvación eterna. Este día también se conoce como el Día de los Muertos en algunas culturas, y se celebra en todo el mundo con diferentes ritos y tradiciones. En la Iglesia Católica, la misa por los fieles difuntos es muy especial, ya que se reza por las almas de todos los que han fallecido, especialmente por aquellos que murieron sin la reconciliación con Dios.

Rito de la oración por los difuntos

El rito de la oración por los difuntos varía según el momento litúrgico en el que se lleva a cabo. Sin embargo, existen ciertos elementos que son comunes en todas las celebraciones. La oración por los difuntos comienza con el canto del salmo "Miserere", que es un lamento por el sufrimiento de los que han fallecido. A continuación, el sacerdote reza una letanía en la que se mencionan las características de Dios como Padre Misericordioso y Salvador, así como las súplicas por los difuntos.

Después de la letanía, se celebra la misa con una serie de lecturas de la Escritura y el Evangelio que hablan sobre la muerte, la resurrección y la vida eterna. El sacerdote pronuncia el sermón, que tiene un tono de consuelo y esperanza para los que están de luto y para todo el que escucha.

Una vez finalizado el sermón, se lleva a cabo el ofertorio, el momento en el que se ofrendan pan y vino, los cuales se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que se comparten entre los presentes. Durante este momento, se pide por los que han fallecido, para que encuentren la paz y la felicidad que no encontraron en vida.

Después del ofertorio, el sacerdote concluye la misa con una invitación a los fieles a seguir orando y pidiendo por los difuntos, recordando a todos que la muerte no es el final, sino que es el principio de la vida eterna en Dios.

Conclusión

La oración por los difuntos es una tradición muy importante dentro de la Iglesia Católica, y se celebra en varios momentos a lo largo del año litúrgico. En el Día de Todos los Santos y en el Día de los Fieles Difuntos, se celebra una misa especial en memoria de todos aquellos que han fallecido. El rito de la oración por los difuntos incluye elementos como el canto del salmo "Miserere", la letanía por los difuntos, las lecturas de la Escritura y el Evangelio, el sermón del sacerdote, el ofertorio y la conclusión de la misa. A través de este rito, se recuerda a los que han fallecido y se les pide a Dios que les conceda la paz y la felicidad en la eternidad.

La oración por los difuntos y la comunión de los santos

Introducción

La Iglesia Católica nos ofrece múltiples formas de profundizar en nuestra relación con los santos y con la misma Iglesia. Uno de esos medios es la oración por los difuntos, en la cual podemos honrar a aquellos que han fallecido y ofrecer nuestra intercesión por ellos.

¿Por qué orar por los difuntos?

La Biblia nos enseña en el libro de Judit 12:12-14, que la oración por los difuntos es una práctica antigua de la Iglesia. Este pasaje nos muestra cómo Judit ofreció ofrendas y sacrificios por el alma de su esposo, quien había fallecido. También podemos encontrar enseñanzas en las cartas de San Pablo, quien pidió a los cristianos que oraran por sus difuntos hermanos y hermanas en la fe.

La oración por los difuntos nos recuerda que los que han fallecido siguen siendo parte de la Iglesia, incluso después de la muerte. Nuestra oración y ofrendas por ellos nos ayuda a honrarlos y a buscar por su salvación. Además, también nos ayuda a recordar que nuestra vida terrenal no es la única que importa y que aún después de la muerte, podemos seguir ayudando a nuestros seres queridos con nuestra oración.

¿Cómo profundizar nuestra relación con los santos y la Iglesia a través de la oración por los difuntos?

1. Conociendo su vida y legado:

Antes de comenzar nuestra oración, podemos investigar en internet o en antiguas biografías, la vida y legado de los santos por los que vamos a orar. Saber un poco de ellos nos ayudará a sentirnos más cercanos a ellos y a comprender su importancia en la Iglesia.

2. Ofreciendo nuestra oración en comunidad:

Orar por los difuntos en comunidad puede ser una experiencia enriquecedora, especialmente en momentos en los que sentimos la pérdida de un ser querido. Reunirse con amigos o miembros de la iglesia para encomendar el alma de un difunto, nos ayuda a sentir que no estamos solos en nuestra dolor y así fortalecernos en nuestra fe.

3. Ofreciendo nuestras ofrendas y sacrificios:

Además de nuestra oración, podemos ofrecer algún tipo de ofrenda o sacrificio por los difuntos. Este puede ser cualquier cosa, tal como un acto de caridad o incluso algo tan simple como renunciar a alguna actividad por su alma. Dichas acciones son una muestra de amor y cariño hacia los difuntos, y nos muestran que estamos dispuestos a sacrificar algo para que descansen en paz.

4. Rezando el Rosario:

El Rosario es una forma muy especial de orar por los difuntos. Al meditar en los misterios de la vida de Jesús y de los santos, podemos ofrecer en intercesión el alma de nuestros seres queridos que han fallecido. Rezar el Rosario puede ser una forma muy poderosa de profundizar nuestra relación con la Iglesia y con los santos.

5. Asistiendo a la misa por su alma:

Una de las formas más comunes para orar por los difuntos es asistir a una misa por su alma. Nuestra participación en la misa puede ser una forma de ofrecer nuestro dolor y tristeza a Dios por aquellos que han fallecido. Además, sabemos que la Eucaristía es el centro de la Iglesia, y por lo tanto, ofrecerla por los difuntos es una muestra de amor y respeto hacia ellos.

Conclusión

La práctica de la oración por los difuntos es una forma de profundizar nuestra relación con los santos y con la misma Iglesia. Este hermoso acto no sólo nos ayuda a honrar y recordar a aquellos que han fallecido, sino que también nos ayuda a fortalecernos en nuestra fe y a estar más cerca de Dios. Sigamos orando por los difuntos y ofreciendo nuestra fe y amor para ayudarles en su camino hacia la vida eterna.

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¿Quiénes son los santos intercesores en la Iglesia Católica?

Los santos intercesores son personas que han llevado una vida ejemplar y se han acercado a Dios mediante la oración y la virtud. Ellos son considerados como amigos de Dios y pueden hacer intercesión por nosotros ante Él. La Iglesia Católica reconoce a muchos santos y los venera en su liturgia y en su devoción popular.

La intercesión es una de las acciones más importantes que hacen los santos. Los santos rezan por nosotros, nos protegen y nos guían en nuestro camino hacia Dios. Se cree que su oración tiene un poder especial, ya que ellos están más cerca de Dios.

Entre los santos intercesores más conocidos se encuentran la Virgen María, San José, San Juan Bautista, San Francisco de Asís, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, San Pablo, San Pedro, San Lucas, San Mateo y San Marcos, entre otros.

¿Cómo podemos pedirles ayuda a través de la oración?

La oración es el medio por el cual podemos comunicarnos con Dios y también es la manera en que podemos pedir ayuda a los santos intercesores. Existen diversas oraciones que se pueden dirigir a los santos, pero es importante recordar que la oración no es una fórmula mágica, sino un encuentro personal con Dios y con los santos.

Para hacer una oración efectiva a un santo intercesor, es necesario tener una actitud de fe y confianza en su poder. También es importante tener en cuenta que los santos no son dioses, sino que son personas que han alcanzado la santidad y pueden hacer intercesión ante Dios por nosotros.

A continuación, se presentan algunas oraciones a santos intercesores:

  • Oración a la Virgen María: "Madre de la misericordia, ruega por nosotros". Esta oración es una de las más populares a la Virgen María y se puede recitar en cualquier momento del día.
  • Oración a San José: "San José, custodio de la Sagrada Familia, ruega por nosotros". Esta oración es una forma de pedir la protección y la ayuda de San José en momentos de dificultad.
  • Oración a San Francisco de Asís: "Señor, hazme un instrumento de tu paz". Esta oración es una reflexión sobre la vida de San Francisco de Asís y se puede recitar para pedir su intercesión en momentos de confusión o desesperación.
  • Oración a Santa Teresa de Jesús: "Nada te turbe, nada te espante. Todo se pasa, Dios no se muda". Esta oración es una de las más conocidas de Santa Teresa de Jesús y puede ayudarnos a encontrar la paz y la confianza en momentos de crisis.

Además de estas oraciones, también es posible hacer una petición personal a un santo intercesor. Para ello, es importante buscar información sobre su vida y su obra para conocer su carácter y su forma de actuar. También es necesario tener una actitud de humildad y confianza en la intercesión del santo.

¿Por qué pedir la ayuda de los santos intercesores?

La ayuda de los santos intercesores es una forma de estar más cerca de Dios y de conocer su voluntad. Los santos han recorrido un camino de virtud y tienen una experiencia en la vida espiritual que puede servirnos de guía y de inspiración.

Además, los santos son un ejemplo de entrega y de amor a Dios. Ellos han vivido en una época y en un contexto histórico concreto, pero su ejemplo y su testimonio siguen siendo una fuente de inspiración para todos los creyentes. La vida de cada santo es una historia única que puede ayudarnos a comprender mejor el amor de Dios y su obra en el mundo.

Conclusión

Los santos intercesores son amigos de Dios que pueden hacer intercesión por nosotros ante Él. La oración es el medio por el cual podemos comunicarnos con Dios y también es la manera en que podemos pedir ayuda a los santos intercesores. Algunas de las oraciones más populares son las que se dirigen a la Virgen María, a San José, a San Francisco de Asís y a Santa Teresa de Jesús. Pedir la ayuda de los santos intercesores es una forma de estar más cerca de Dios y de conocer su voluntad.

La Comunión de los Santos, ¿qué significa y cómo se relaciona con la oración por los difuntos?

La Comunión de los Santos es una creencia fundamental dentro de la fe cristiana. Se trata de la comunión de todos los bautizados, tanto los que viven en la tierra como los que están en el cielo y los que están en el purgatorio. Esta comunión se basa en la creencia de que todos los creyentes formamos un solo cuerpo en Cristo.

¿Qué significa la Comunión de los Santos?

La Comunión de los Santos se entiende como una ayuda y una colaboración mutua entre los miembros del cuerpo de Cristo. Los que están en la tierra pueden orar por los difuntos en el purgatorio, y por su parte, los santos interceden por nosotros en el cielo. Esta comunión se basa en la creencia de que todos los bautizados, tanto los que viven en la tierra como los que están en el cielo y en el purgatorio, formamos un solo cuerpo en Cristo.

Uno de los aspectos más significativos de la Comunión de los Santos es la ayuda mutua que se brindan los miembros del cuerpo de Cristo. Si bien es cierto que cada uno tiene su propio camino y su propia misión, los cristianos estamos llamados a colaborar unos con otros en el fortalecimiento de nuestra fe y en la ayuda a los más necesitados.

La Comunión de los Santos también se entiende como una ayuda y una intercesión en el camino de la vida cristiana. Aquellos que ya han llegado a la vida eterna a través de la muerte, interceden por nosotros ante Dios. Los difuntos están presentes en nuestras vidas, y debemos orar por ellos y sentir su ayuda en el camino hacia nuestro propio fin. Y al mismo tiempo, ellos nos ayudan desde el cielo, con sus oraciones y su presencia en nuestras vidas.

¿Cómo se relaciona la Comunión de los Santos con la oración por los difuntos?

La oración por los difuntos es una práctica común en la Iglesia Católica. Se trata de una forma de mantener una conexión con nuestros seres queridos que han fallecido, y de encomendarlos a Dios para que les ofrezca su misericordia y les conceda la vida eterna. Esta oración está estrechamente ligada a la Comunión de los Santos, ya que representa una ayuda mutua entre los miembros del cuerpo de Cristo.

La Comunión de los Santos nos recuerda que la muerte no es una separación definitiva, sino que seguimos unidos como un solo cuerpo en Cristo. La oración por los difuntos es una forma en que los miembros del cuerpo de Cristo en la tierra ayudamos a aquellos que han partido a la eternidad. De esta forma, los que ya han partido reciben nuestra ayuda en el camino hacia su destino final, y nosotros recibimos su ayuda mediante su intercesión ante Dios.

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Es importante mencionar que la oración por los difuntos no se trata de pedir su intercesión o ayuda, sino de encomendarlos a Dios para que les ofrezca su misericordia y les conceda la vida eterna. Las oraciones que se ofrecen por los difuntos deben ser siempre humildes y sinceras, mostrando un verdadero deseo de ayudarlos en el camino hacia su destino final.

¿Cómo podemos orar por los difuntos en nuestra vida diaria?

La oración por los difuntos es una práctica que podemos incorporar en nuestra vida diaria de diversas formas. Podemos incluir una intención por los difuntos en nuestras oraciones matutinas o nocturnas, o dedicar un tiempo especial durante el día para ofrecer una oración por alguno de nuestros seres queridos que han partido.

También podemos participar en las misas que se celebran en su memoria, ofreciendo nuestra presencia y nuestras oraciones en su honor. La misa es el sacrificio de Cristo que se renueva en la Eucaristía, y es una forma especial de unirnos a los santos y los difuntos en la Comunión de los Santos.

En conclusión, la Comunión de los Santos es una realidad que nos invita a mantenernos en conexión con todos los miembros del cuerpo de Cristo, tanto los vivos como los que han partido a la eternidad. La oración por los difuntos es una forma de mantener esta conexión y de ofrecer ayuda mutua en el camino hacia el destino eterno. Encomendar a nuestros seres queridos que han fallecido a la misericordia de Dios es una forma de demostrar nuestra fe y nuestra esperanza en la vida eterna.

La oración por los difuntos y la comunión de los santos

La Comunión de los Santos: Unión de los fieles en la Iglesia

La Comunión de los Santos es un dogma de la Iglesia Católica que se refiere a la unión de todos los fieles, ya sea que se encuentren vivos o en el cielo, en una sola comunidad. Esta unión se da a través de la oración, el amor y la ayuda mutua.

¿Qué es la Comunión de los Santos?

La Comunión de los Santos se puede entender como una unidad espiritual que existe entre todos los fieles de la Iglesia, más allá de su condición de vida. Esta unidad se extiende en tres dimensiones: la iglesia peregrina, la iglesia purgante y la iglesia triunfante.

La iglesia peregrina se refiere a los fieles que se encuentran en la tierra. La iglesia purgante se refiere a las almas que se encuentran en el purgatorio, y la iglesia triunfante se refiere a los santos que ya se encuentran en el cielo.

La Comunión de los Santos se basa en el amor de Cristo que une a todos los fieles en una sola comunidad. Esta comunidad está llamada a vivir en la alegría y la solidaridad, compartiendo sus dones y apoyándose mutuamente.

¿Cuál es la relación entre la Comunión de los Santos y la vida de los fieles en la Iglesia?

La Comunión de los Santos no es solo un dogma, sino una realidad espiritual que debe vivirse en la vida cotidiana de los fieles. Esta comunión se basa en tres elementos importantes: la oración, el amor y la ayuda mutua.

La oración es uno de los pilares fundamentales de la Comunión de los Santos. A través de la oración, los fieles pueden unirse en una sola comunidad, elevando sus intenciones y peticiones a Dios. La oración también permite la intercesión de los santos, quienes pueden interceder por los fieles que se encuentran en la tierra.

El amor es otro elemento importante de la Comunión de los Santos. A través del amor, los fieles pueden unirse en una comunidad fraterna, compartiendo sus dones y apoyándose mutuamente en las dificultades. El amor permite también la solidaridad, especialmente con aquellos que se encuentran más necesitados.

La ayuda mutua es un elemento esencial de la Comunión de los Santos. Los fieles deben estar dispuestos a ayudarse mutuamente, especialmente en momentos de dificultad. La ayuda mutua se extiende a los que están en la tierra, así como a las almas del purgatorio, quienes necesitan de nuestras oraciones y sacrificios para poder alcanzar la gloria del cielo.

Cómo vivir la Comunión de los Santos en la vida cotidiana

La Comunión de los Santos se vive en la vida cotidiana a través de diversas prácticas y actitudes. Entre ellas se encuentran:

  • La oración. La oración debe ser un elemento importante en la vida cotidiana de los fieles. Esta oración debe ser elevada a Dios, así como a los santos, pidiéndoles su intercesión y ayuda.
  • La caridad. La caridad es una actitud fundamental para vivir la Comunión de los Santos. Esta actitud de amor debe extenderse a los que se encuentran en la tierra, así como a las almas que se encuentran en el purgatorio.
  • El sacrificio. El sacrificio es otra actitud que permite vivir la Comunión de los Santos. Al ofrecer nuestras penas y sufrimientos, podemos unir nuestra vida a la de Cristo, y ofrecer nuestra ayuda a aquellos que se encuentran más necesitados.
  • La práctica de las virtudes. La práctica de las virtudes es esencial para vivir la Comunión de los Santos, especialmente la humildad, la paciencia y la gratitud.

En resumen, la Comunión de los Santos es una realidad espiritual que une a todos los fieles en una sola comunidad. Esta unión se basa en la oración, el amor y la ayuda mutua. Los fieles deben vivir esta Comunión en su vida cotidiana, a través de la oración, la caridad, el sacrificio y la práctica de las virtudes. De esta forma, pueden ser parte activa de la Iglesia, y contribuir a la difusión del amor de Cristo en el mundo.

La oración por los difuntos y la comunión de los santos

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