La evangelización: un llamado a compartir el mensaje de Cristo

Uno de los fundamentos bíblicos más sólidos para el llamado a compartir el mensaje de Cristo se encuentra en la Gran Comisión, que Jesús dio a sus discípulos antes de ascender al cielo. En Mateo 28:18-20, Jesús les dijo: "Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
Esta comisión es una llamada a todos los creyentes para que compartan el mensaje de Cristo con todos los que están sin Cristo. La importancia de esta tarea se evidencia en que Jesús dedicó su tiempo en la tierra a enseñar a sus discípulos, preparándolos para que ellos, a su vez, enseñaran a otros. De hecho, la próxima generación de creyentes dependía directamente de la enseñanza y el discipulado de los primeros seguidores de Jesús.
Desde entonces, este llamado a compartir el mensaje de Cristo se ha transmitido a través de la iglesia y ha sido considerado un elemento fundamental de la misión de la iglesia. En Hechos 1:8, por ejemplo, Jesús habló de la necesidad de ser testigos de él "en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta lo último de la tierra". En otras palabras, el mensaje de Cristo debe ser compartido en todas partes. Esto es especialmente importante en un mundo cada vez más secularizado, que es hostil a la fe cristiana. La gente necesita escuchar la verdad que se encuentra en Cristo para poder salvaguardar sus vidas eternas.
Además, hay varios otros pasajes bíblicos que respaldan el llamado a compartir el mensaje de Jesús con otras personas. Por ejemplo, en Romanos 10:14-15, el apóstol Pablo escribe: "¿Y cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar? ¿Y cómo oirán, si no hay quien les predique?" En otras palabras, la gente necesita escuchar la palabra de Dios para poder creerla y ser salva. Y para escuchar esta palabra, necesitan de aquéllos que ya la han recibido y la han aprendido.
El fundamento bíblico para el llamado a compartir el mensaje de Cristo se refuerza aún más en pasajes como 2 Corintios 5:18-20:
"Todas las cosas provienen de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación. Porque en Cristo, Dios reconcilió al mundo consigo mismo, no contándoles sus pecados y encomendándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros: os rogamos en nombre de Cristo, que os reconciliéis con Dios".
Aquí, vemos que nuestro llamado a compartir el mensaje de Cristo es parte de nuestra función como embajadores de él. Debemos llevar el mensaje de la reconciliación con Dios a una sociedad que está alejada de él.
En resumen, el fundamento bíblico para el llamado a compartir el mensaje de Cristo es claro en la Gran Comisión y en otros pasajes que encontramos en las Escrituras. Compartir el mensaje de Cristo es esencial para la misión de la iglesia. Debemos hacer todo lo que esté en nuestro poder para alcanzar a quienes están sin Cristo, para que puedan ser salvos y puedan disfrutar de la vida eterna con él. Este es nuestro llamado como cristianos.

Uno de los fundamentos bíblicos más sólidos para el llamado a compartir el mensaje de Cristo se encuentra en la Gran Comisión, que Jesús dio a sus discípulos antes de ascender al cielo. En Mateo 28:18-20, Jesús les dijo: "Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
Esta comisión es una llamada a todos los creyentes para que compartan el mensaje de Cristo con todos los que están sin Cristo. La importancia de esta tarea se evidencia en que Jesús dedicó su tiempo en la tierra a enseñar a sus discípulos, preparándolos para que ellos, a su vez, enseñaran a otros. De hecho, la próxima generación de creyentes dependía directamente de la enseñanza y el discipulado de los primeros seguidores de Jesús.
Desde entonces, este llamado a compartir el mensaje de Cristo se ha transmitido a través de la iglesia y ha sido considerado un elemento fundamental de la misión de la iglesia. En Hechos 1:8, por ejemplo, Jesús habló de la necesidad de ser testigos de él "en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta lo último de la tierra". En otras palabras, el mensaje de Cristo debe ser compartido en todas partes. Esto es especialmente importante en un mundo cada vez más secularizado, que es hostil a la fe cristiana. La gente necesita escuchar la verdad que se encuentra en Cristo para poder salvaguardar sus vidas eternas.
Además, hay varios otros pasajes bíblicos que respaldan el llamado a compartir el mensaje de Jesús con otras personas. Por ejemplo, en Romanos 10:14-15, el apóstol Pablo escribe: "¿Y cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar? ¿Y cómo oirán, si no hay quien les predique?" En otras palabras, la gente necesita escuchar la palabra de Dios para poder creerla y ser salva. Y para escuchar esta palabra, necesitan de aquéllos que ya la han recibido y la han aprendido.
El fundamento bíblico para el llamado a compartir el mensaje de Cristo se refuerza aún más en pasajes como 2 Corintios 5:18-20:
"Todas las cosas provienen de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación. Porque en Cristo, Dios reconcilió al mundo consigo mismo, no contándoles sus pecados y encomendándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros: os rogamos en nombre de Cristo, que os reconciliéis con Dios".
Aquí, vemos que nuestro llamado a compartir el mensaje de Cristo es parte de nuestra función como embajadores de él. Debemos llevar el mensaje de la reconciliación con Dios a una sociedad que está alejada de él.
En resumen, el fundamento bíblico para el llamado a compartir el mensaje de Cristo es claro en la Gran Comisión y en otros pasajes que encontramos en las Escrituras. Compartir el mensaje de Cristo es esencial para la misión de la iglesia. Debemos hacer todo lo que esté en nuestro poder para alcanzar a quienes están sin Cristo, para que puedan ser salvos y puedan disfrutar de la vida eterna con él. Este es nuestro llamado como cristianos.
Por qué es importante que los cristianos evangelicen a otros
La Gran Comisión
La Gran Comisión es la tarea que Jesús dio a sus seguidores de ir y hacer discípulos de todas las naciones. Él dijo en Mateo 28:19-20: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.".
Estas palabras de Jesús nos muestran la importancia de compartir nuestro testimonio de la salvación y hacer discípulos. La evangelización es una tarea importante para todos los cristianos.
Salvar almas
La razón número uno para evangelizar es para ayudar a salvar almas. La Biblia es muy clara en cuanto a la necesidad de que todos sean salvos. 2 Pedro 3:9 dice: "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.".
Los cristianos deben estar motivados a compartir el evangelio porque es la verdad que libera y salva almas de la condenación del pecado. Si no compartimos el evangelio, las personas pueden morir sin tener la oportunidad de conocer a Jesús y experimentar su amor y su salvación.
Impactar el mundo
Cuando los cristianos evangelizan, tienen la oportunidad de impactar el mundo aquí en la tierra. El evangelio no sólo cambia las vidas de las personas, sino también las sociedades y las culturas. Puede liberar a las personas de la opresión, corrupción y la injusticia, y promover la paz, la igualdad, y la tolerancia.
Además, cuando las personas aceptan el evangelio, pueden ser influyentes en sus comunidades y mostrar la luz de Jesús a quienes lo necesitan. Los cristianos pueden cambiar el mundo de una persona a la vez.
Obediencia a Dios
Dios nos ha llamado a la obediencia, y nos ha dado la tarea de evangelizar. Marcos 16:15 dice: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.".
La obediencia a Dios es vital para los cristianos, y eso incluye la evangelización. Es importante que los cristianos obedezcan a Dios, incluso si el evangelismo les resulta incómodo o difícil.
Preparar a otros para la eternidad
El evangelismo también ayuda a preparar a otros para la eternidad. La vida en la tierra es corta, pero la vida después de la muerte es para siempre. Los cristianos tienen la responsabilidad de preparar a las personas para la eternidad, y esto se hace a través de la evangelización.
Las personas necesitan aceptar a Jesús antes de que sea demasiado tarde. Los cristianos deben estar motivados a compartir el evangelio para que puedan ayudar a preparar a las personas para la eternidad.
Conclusión
El evangelismo es una tarea importante para los cristianos porque nos ayuda a cumplir la Gran Comisión, salvar almas, impactar el mundo, ser obedientes a Dios y preparar a otros para la eternidad. Los cristianos deben estar motivados para compartir el evangelio con todos los que puedan, ya sea en casa o en el extranjero. Como cristianos, podemos hacer la diferencia en este mundo al compartir las Buenas Nuevas de Jesús con otros.
- Salvar almas de la condenación del pecado.
- Impactar el mundo de una persona a la vez.
- Preparar a las personas para la eternidad.
Recuerda cumplir con la Gran Comisión, predicar el evangelio a cada criatura.